Hace unos días recordaba cómo tomé la decisión de
vivir la castidad. ¡Sí! Tomé la decisión de esperar. Es una elección hecha hace
unos años y la cual considero una de las más trascendentales ya que mi alma, mete y corazón sería resguardados para bien por aquél
que me amó primero: Jesús. Considero que su amor es un bien que supera lo
demás.
¿Qué es una educación pertinente y permanente? Aplicándolo a la sexualidad
Leemos en el numeral 2339 del catecismo:
La castidad implica un aprendizaje del dominio de sí, que es una pedagogía de la libertad humana. La alternativa es clara: o el hombre controla sus pasiones y obtiene la paz, o se deja dominar por ella y se hace desgraciado. La dignidad del hombre requiere, en efecto, que actúe según una elección consciente y libre, es decir, movido e inducido personalmente desde dentro y no bajo la presión de un ciego impulso interior o de la mera coacción externa.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)